01.- Con respecto a la imagen gammagráfica que se muestra en la figura adjunta, señale la afirmación INCORRECTA:
a) La punción-aspiración con aguja fina (PAAF) es útil en si estudio.
b) En general, este tipo de nódulos tiroideos son benignos.
c) No es adecuada la intervención quirúrgica sin haber practicado antes la PAAF.
d) La presencia de ganglios regionales palpables no orienta para el diagnóstico.
e) El haber recibido radiación previamente sobre la tiroides en la adolescencia hace más probable que sea maligno.
b) En general, este tipo de nódulos tiroideos son benignos.
c) No es adecuada la intervención quirúrgica sin haber practicado antes la PAAF.
d) La presencia de ganglios regionales palpables no orienta para el diagnóstico.
e) El haber recibido radiación previamente sobre la tiroides en la adolescencia hace más probable que sea maligno.
Respuesta INCORRECTA: D, La presencia de ganglios regionales palpables no orienta para el diagnóstico.
La presencia de un cáncer de tiroides sólo ocurre en un pequeño porcentaje de casos, dentro de los pacientes con nódulos tiroideos (Respuesta B correcta). Sin embargo, a la hora de hacer el estudio de un nódulo tiroideo, la prioridad es descartar que sea maligno.
Algunos datos clínicos pueden ser importantes:
-El sexo del paciente. En varón, la lesión nodular es maligna con mayor probabilidad que en la mujer.
-El crecimiento rápido de una masa tiroidea ha de hacemos sospechar malignidad.
-El antecedente de radiación de cabeza o cuello durante la infancia también hace más probable que sea maligno, dado que se presenta un factor de riesgo para cáncer de tiroides (Respuesta E cierta).
-La coexistencia de adenopatías regionales es un signo clínico importante (Respuesta D FALSA), ya que al menos debe hacernos sospechar que sean metástasis de un nódulo tiroideo maligno. No se debe olvidar que, en los niños, estas adenopatías no entrañan un pronóstico sonrío, como en una ocasión se ha preguntado en el ENARM.
Otros datos que también pueden tener valor serían los que se exponen a continuación.
-Ecografía. Una lesión puramente quística suele ser maligna con menos frecuencia que una de aspecto sólido.
-Las pruebas de laboratorio no se alteran, salvo la calcitonina, que aumenta en el carcinoma medular de tiroides TSH, T3 y T4 son normales.
-La radiografía del cuello, en ocasiones, revela calcificaciones dentro de los tejidos blandos, lo que sugiere la presencia de un carcinoma (calcificaciones finas, cuando es papilar; densas y gruesas, cuando es folicular).
-La demostración en la gammagrafía de que el nódulo es no captante (nódulo frío, como el de la imagen adjunta) hace más probable que se trate de un carcinoma. No obstante, debes recordar que sólo el 20% de los nódulos fríos son carcinomas.
Sin embargo, para una adecuada valoración del nódulo, además debemos realizar una PAAF. Esta prueba nos da suficiente información para orientar el estudio (Respuesta A y C ciertas) y aplicar el tratamiento adecuado. Recuerda que, cuando se obtiene celularidad folicular, no puede distinguirse si se trata de un adenoma o de un carcinoma folicular, precisando la demostración histológica de la invasión vascular, para lo que se necesita la obtención de tejido mediante cirugía.
La presencia de un cáncer de tiroides sólo ocurre en un pequeño porcentaje de casos, dentro de los pacientes con nódulos tiroideos (Respuesta B correcta). Sin embargo, a la hora de hacer el estudio de un nódulo tiroideo, la prioridad es descartar que sea maligno.
Algunos datos clínicos pueden ser importantes:
-El sexo del paciente. En varón, la lesión nodular es maligna con mayor probabilidad que en la mujer.
-El crecimiento rápido de una masa tiroidea ha de hacemos sospechar malignidad.
-El antecedente de radiación de cabeza o cuello durante la infancia también hace más probable que sea maligno, dado que se presenta un factor de riesgo para cáncer de tiroides (Respuesta E cierta).
-La coexistencia de adenopatías regionales es un signo clínico importante (Respuesta D FALSA), ya que al menos debe hacernos sospechar que sean metástasis de un nódulo tiroideo maligno. No se debe olvidar que, en los niños, estas adenopatías no entrañan un pronóstico sonrío, como en una ocasión se ha preguntado en el ENARM.
Otros datos que también pueden tener valor serían los que se exponen a continuación.
-Ecografía. Una lesión puramente quística suele ser maligna con menos frecuencia que una de aspecto sólido.
-Las pruebas de laboratorio no se alteran, salvo la calcitonina, que aumenta en el carcinoma medular de tiroides TSH, T3 y T4 son normales.
-La radiografía del cuello, en ocasiones, revela calcificaciones dentro de los tejidos blandos, lo que sugiere la presencia de un carcinoma (calcificaciones finas, cuando es papilar; densas y gruesas, cuando es folicular).
-La demostración en la gammagrafía de que el nódulo es no captante (nódulo frío, como el de la imagen adjunta) hace más probable que se trate de un carcinoma. No obstante, debes recordar que sólo el 20% de los nódulos fríos son carcinomas.
Sin embargo, para una adecuada valoración del nódulo, además debemos realizar una PAAF. Esta prueba nos da suficiente información para orientar el estudio (Respuesta A y C ciertas) y aplicar el tratamiento adecuado. Recuerda que, cuando se obtiene celularidad folicular, no puede distinguirse si se trata de un adenoma o de un carcinoma folicular, precisando la demostración histológica de la invasión vascular, para lo que se necesita la obtención de tejido mediante cirugía.
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